Christopher Lloyd no quería hacerlo… hasta que alguien le dijo esto

¿Te imaginas arrojar a la basura el papel que marcará tu carrera? Christopher Lloyd estuvo a punto de hacerlo con el guion de Volver al Futuro. Lo leyó de pasada, pensó que no era para él y lo descartó. Una amiga le recordó la regla de oro en el arte: presentarse siempre, aun si las probabilidades lucen remotas. Esa frase resonó con fuerza. Lloyd sacó el texto del cesto y volvió a leer.

Semanas después se reencontró con Robert Zemeckis y, aunque otro actor ocupaba el rol de Marty McFly, grabaron seis semanas de material. El estudio buscaba un tono más ligero y decidió llamar a Michael J. Fox. El cambio asustaba a Lloyd; temía perder la chispa que había construido para el Doctor Emmett Brown. Sin embargo, la conexión con Fox fue inmediata. Ambos encendieron la pantalla como si compartieran escenas desde siempre. La química convirtió una película de viajes en el tiempo en un fenómeno cultural que atraviesa generaciones.

Décadas más tarde, Lloyd descubre que familias completas siguen reuniéndose frente a esa aventura. Personas adultas le cuentan que la cinta las impulsó a estudiar ingeniería o medicina. Otras confiesan que Doc Brown les enseñó a abrazar la curiosidad científica. Ese legado emociona al actor; nunca imaginó un impacto tan profundo y duradero.


Cuando el miedo a fallar te tiente a rendirte, recuerda al actor que recuperó un guion del basurero y, gracias a ello, se convirtió en el excéntrico científico favorito de millones. ¿Cuál oportunidad tienes frente a ti y aún dudas en tomar? Compártelo en los comentarios y encontremos juntos la chispa que falta para impulsar tu propio viaje temporal.

Escrito por: Rulo Ham el 27-06-2025